Economía – generalidades

La evolución económica de España en las últimas décadas se caracteriza por la modernización de todos los sectores, con la creciente incorporación de las nuevas tecnologías a la mayoría de las actividades. España es un país que goza de las ventajas propias de los países desarrollados, entre las que cabe destacar el disfrute de una  renta por habitante elevada (24 020€ per cápita) y de un alto nivel de consumo.  Sin embargo, la economía española está sufriendo las consecuencias de la crisis internacional que afecta al crecimiento y al consumo.

 La integración de España en la CEE (hoy Unión Europea) tuvo una gran influencia en la economía del país, ya que la UE, a través de las políticas comunitarias (agrícola, pesquera, industrial, comercial, etc.), influye decisivamente en todos los sectores económicos españoles. Asimismo, España recibe ayudas económicas o ingresos procedentes de los fondos estructurales  de la Unión Europea destinados a la construcción de infraestructuras, el fomento del desarrollo rural, etcétera. Otro rasgo característico de la economía española es el predominio del sector terciario, tanto por el número de trabajadores como por su aportación al PIB. España presenta, por tanto, una «terciarización de la economía».