Un premio para avanzar (Sujet Ecricome LV2 2013)

Premio para avanzar

El Comité que desde Noruega decide cada año el Premio Nobel de la Paz ha vuelto a sorprender al concederlo a la Unión Europea. No a una persona, en contra de lo que dejó sentado en su testamento en 1895 el inventor de la dinamita, sino a una institución. Alfred Nobel no podía imaginar los horrores que trajeron las dos guerras mundiales ; menos aún, que de la segunda surgiría algo como la UE. Que en plena guerra personas como Jean Monnet diseñaran ya lo que debían ser las comunidades europeas basadas en la reconciliación franco-alemana indica su altura de miras. La construcción europea ha sabido aprender de los errores históricos y aunar en su integración paz, democracia, prosperidad y derechos humanos. Es un experimento único en la historia que, al tiempo que integra, preserva las identidades que conforman la extrema diversidad europea. Ha impulsado, además, la defensa de los derechos humanos. Hay que entender que el fracaso de la Unión Monetaria puede llevar a desandar todos los progresos penosamente logrados a lo largo de más de seis décadas y reactivar los demonios del pasado. Es necesario seguir avanzando. Decía Ortega y Gasset que “los europeos no saben vivir si no van lanzados en una gran empresa”. “Cuando falta”, añadía, “se les descoyunta el alma”. El Nobel sirve de acicate para evitarlo.

El País, Editorial, 13 octobre 2012