Version Virgilio PIÑERA (Sujet ELVi LV2 2017)

Una mañana me llamaron por teléfono. El que lo hacía dijo estar en gran peligro. A mi natural pregunta: «¿Con quién tengo el gusto de hablar?», respondió́ que nunca nos habíamos visto y que nunca nos veríamos. ¿Qué se hace en esos casos? Pues decir al que llama que se ha equivocado de número; enseguida, colgar. Así́ lo hice, pero a los pocos segundos de nuevo sonaba el timbre. Dije a quien de tal modo insistía que por favor marcase bien el número deseado y hasta añadí́ que esperaba no ser molestado otra vez, ya que era muy temprano para empezar con bromas. 

Entonces me dijo con voz angustiada que no colgase, que no se trataba de broma alguna; que tampoco había marcado mal su número; que era cierto que nos conocíamos, pues mi nombre lo había encontrado al azar en la guía telefónica. Y como adelantándose a cualquier nueva objeción me dijo que todo cuanto estaba ocurriendo se debía a su cara; que su cara tenía un poder de seducción tan poderoso que las gentes, consternadas, se apartaban de su lado como temiendo males irreparables. Confieso que la cose me interesó; al mismo tiempo, le dije que no se afligiera demasiado, pues todo tiene remedio en esta vida… 

Virgilio PIÑERA, «La cara », Cuentos, Alfaguara, 1983.