Version – J. Marías (Sujet LV1 IENA 2011)

Lo más preocupante de este afán generalizado por estirar el cuello y estar presente, por gozar de cualquier grado de fama, por exhibirse e informar al resto de los propios pasos, actividades, opiniones y gustos, es que quienes lo padecen, abren perfiles en Facebook o alimentan Twitter con sus notitas por fuerza triviales, parecen haber perdido enteramente cierto instinto de conservación que a lo largo de siglos ha hecho saber a la gente que no convenía dar demasiada información acerca de sí misma y que hacerlo entrañaba peligro, porque cuanto uno revela puede acabar utilizándose en su contra ; puede deformarse y tergiversarse, ser objeto de burlas y chanzas, ser aprovechado por sus superiores, sus empleadores, la policía, la a veces abusiva Hacienda, el Estado. Hace poco se descubrió que en Alemania había empresas que fisgaban en Facebook y en otras redes sociales para decidir la contratación o el despido de alguien. 

Javier Marías, El País Semanal, 03/10/2010.