Leer es un placer (CE-B1)

leer es un placerSe llamaba Juan Ventura Casalins y lo recuerdo como un amigo de la infancia , sin nada de la imagen terrorifica que se tenía de los maestros de la época . Su virtud era tratarnos a todos como adultos iguales , aunque todavía me parece que se ocupaba de mi con una atención particular . En las clases solía hacerme más preguntas que a los otros , y me ayudaba para que mis respuestas fueran certeras y fáciles . Me permitía llevarme los libros de la biblioteca escolar para leerlos en casa . Dos de ellos , La isla del tesoro y El Conde de Montecristo , fueron mi droga feliz en aquellos años pedregosos . Los devoraba letra por letra con la ansiedad de saber qué pasaba en la línea siguiente y al mismo tiempo con la ansiedad de no saberlo para no romper el encanto .

En cambio , mi lectura del Quijote me mereció siempre un capítulo aparte , porque no me causó la conmocion prevista por el maestro Casalins . Me aburrían las peroratas sabias del caballero andante y no me hacían la menor gracia las burradas del escudero , hasta el extremo de pensar que no era el mismo libro de que tanto se hablaba . Sin embargo , me dije que un maestro tan sabio como el nuestro no podía equivocarse , y me esforcé por tragármelo como un purgante a cucharadas .Hice otras tentativas en el bachillerato , donde tuve que estudiarlo como terea obligatoria , y lo aborrecí sin remedio , hasta que un amigo me aconsejó que lo pusiera en la repisa del inodoro y tratara de leerlo mientras cumplía con mis deberes cotidianos . Solo así lo descubrí , como una deflagración , y lo gocé al derecho y al revés hasta recitar de memoria episodios enteros.

Gabriel García Márquez, Vivir para contarla, 2002.